Sentier des Roches – ¡Uno de los paseos más famosos de Alsacia!

Mi opinión resumida

Sendero Sentier des Roches

Todo empieza (¡y acaba!) en el Col de la Schlucht, en el corazón de los Vosgos, en la frontera entre los departamentos de Haut-Rhin y Vosges. Aparca en los aparcamientos de la “zona de esquí”, recientemente renovados, y pasa por delante del edificio turístico “Tétras” (tienda, aseos e información) para ver la señal de “sentier des roches” junto al “auberge du chalet”.

Las señales son claramente visibles (gracias al Club Vosgien), sólo tienes que recordar estos puntos clave: rectángulo azul a Frankenthal – triángulo rojo al Hohneck (con o sin descenso en la cima) – Col de Falimont (por el camino del corredor, pero hay un atajo menos agradable a Frankenthal) – Trois Fours – Col de la Schlucht. El camino inverso parece menos agradable.

El sendero tiene un nombre muy apropiado, con rocas bajo los pies durante la mayor parte del camino, por lo que merece la pena detenerse para mirar hacia arriba y contemplar las hermosas vistas. La primera parte de la ruta te lleva por escaleras, pasarelas y barandillas, pero estás en una zona sombreada, ¡lo que no ocurre en la segunda parte, en las alturas abiertas, donde hace viento!

Escapada gastronómica

En cuanto a la merienda, si sales hacia las 10:30 llegarás justo a tiempo para el aperitivo en elAuberge du Frankenthal, que parece ofrecer buenos productos de granja y una vista impresionante del circo Ho hneck y los valientes escaladores de los acantilados Martinswand. Pero después te espera la subida al Hohneck: así que preferí la opción del bocadillo en la mochila para asegurarme una buena subida antes de comer. Puedes hacer un descanso en la cueva de Dagobert o justo antes de salir del bosque cerca de la cumbre. Por otra parte, me merecí una tartaleta de arándanos de postre en el refugio alpino 3 fours (no sé nada de la calidad del albergue de al lado), justo antes de la llegada fácil, señalada por la sorprendente capilla del Col de la Schlucht.

Al final, tardamos 5,5 horas en llegar, pero al día siguiente no teníamos dolores ni molestias, ¡y nuestras cabezas estaban llenas de imágenes magníficas!

Para que el recuerdo perdure, asegúrate de parar en una de las muchas granjas de la ruta, como Ferme Schmidt en Soultzeren, para llenar la nevera de munster, tourte, bargkass y otras especialidades locales… ¡qué rico!