Visita a La Villa – Museo y yacimientos arqueológicos en Dehlingen

Mi opinión resumida

Museo arqueológico de la Villa en Dehlingen

El Museo La Villa está situado en el corazón del pueblo de Dehlingen. El edificio en sí es atractivo, ya que combina una vivienda del siglo XVIII con una ampliación contemporánea. El interior del museo también es moderno y muy agradable. La exposición da una idea de la profesión de arqueólogo, explicando el proceso, el equipo y las distintas técnicas utilizadas para realizar excavaciones arqueológicas. ¡Súper interesante!

Además de estas explicaciones generales, una visita a la Villa revela multitud de objetos encontrados en el yacimiento vecino de Gurtelbach, y aprendemos más sobre cómo debió de ser la vida en esta granja del noreste de la Galia… Por supuesto, hay pocas certezas y muchas hipótesis, pero ése es el encanto de la arqueología. También aprendemos cómo formulan los arqueólogos las distintas hipótesis.

Aunque el tema pueda parecer un poco oscuro al principio, la visita al museo es realmente esclarecedora: ya he visitado este museo dos veces y he pensado lo mismo cada vez, me parece que el nivel de información que se da es realmente bueno, sea cual sea el público (adultos o niños, que también pueden hacer una búsqueda del tesoro para que la visita sea más divertida). Es suficiente para aprender muchas cosas, pero no tanto como para ahogarte en demasiados elementos, lo que significa que puedes salir con la cabeza despejada antes de abordar la segunda etapa de la visita, el yacimiento arqueológico propiamente dicho.

Senderos de interpretación entre la Villa y los restos

El yacimiento arqueológico de Gurtelbach, donde se encuentran los restos de la granja galo-romana, está a 1,5 km de la Villa. Desde la Villa, puedes llegar al yacimiento por uno de los 4 senderos de interpretación, que también recorren los bellos paisajes de la Bossue alsaciana:

• Por el camino con Columelle (1,4 km, 20 minutos aprox.)
• Olfato y gusto (1,4 km, aprox. 25 minutos)
• Por el camino (1,7 km, aprox. 30 minutos)
• Todos los caminos llevan a Roma (3,5 km, aprox. 30 minutos)

Yacimiento arqueológico de Gurtelbach

Los restos del yacimiento arqueológico de Gurtelbach, descubiertos hacia 1862 y olvidados después paulatinamente, fueron redescubiertos por casualidad por un agricultor local que realizaba trabajos en su campo en 1993. Al año siguiente comenzaron las excavaciones, ¡y desde entonces no han cesado! Además de una gran colección de objetos antiguos, poco a poco se fueron descubriendo los cimientos de un primer edificio residencial, seguidos de los vestigios de un edificio agrícola y, por último, los de un edificio dedicado a un oficio metalúrgico. En total, una superficie edificada de 1,5 hectáreas que, según las monedas encontradas in situ, habría estado ocupada por entre el siglo I a.C. y el siglo V d.C.

Puedes visitar el yacimiento utilizando una tableta de realidad virtual. Si sostienes la tableta delante de ti, podrás ver el aspecto que podrían haber tenido los edificios de la granja, y aprender más sobre la vida cotidiana de sus habitantes mediante explicaciones de texto y audio.

Aunque no soy un gran fan de la realidad virtual en general (no porque esté en contra de la tecnología, sino porque me parece que no siempre aporta mucho), tengo que decir que me conquistó su uso en este contexto. Visitar un yacimiento arqueológico nunca es fácil para los no iniciados: ¡es difícil imaginar cómo eran realmente las ruinas que tienes delante! Con la tableta, las ruinas adquieren inmediatamente otra dimensión: la realidad virtual facilita su lectura, ¡y la visita se vuelve más divertida e instructiva!

Si esta visita te hace querer explorar más a fondo el yacimiento, debes saber que ¡las excavaciones siguen en marcha! Clases y grupos de estudiantes de arqueología son recibidos regularmente para excavar en condiciones reales, e incluso todos los años se organiza un campamento de vacaciones centrado en la arqueología. Podrías tener la suerte de encontrar un nuevo objeto antiguo…

Jardín galo-romano

Justo al lado de las ruinas hay un jardín experimental, el jardín galorromano. La idea de este jardín es hacer un inventario de las especies cultivadas en la región en la época galo-romana, para estudiar la cultura y la alimentación de aquella época y redescubrir así ciertos sabores antiguos. En el jardín hay cereales y legumbres, así como plantas aromáticas y medicinales. Regularmente se organizan actos sobre el tema de la alimentación, ¡que a veces permiten a los visitantes degustar platos de aquella época! Ya lo he probado, y es muy divertido hacerlo.