Visita a la Ciudad del Tren de Mulhouse

Mi opinión resumida

¿Por qué una Ciudad del Tren en Mulhouse?

El Museo del Ferrocarril Francés se fundó gracias a la pasión de Jean-Mathis Horrenberger, industrial de Mulhouse. Apoyado por la ciudad de Mulhouse, la Société Industrielle de Mulhouse, el Ministerio de Transportes y la SNCF, trabajó con el especialista ferroviario Michel Doerr para desarrollar la colección. El museo se inauguró en 1971 en Mulhouse Nord con el nombre de Musée français du chemin de fer, y en 1976 se trasladó a Dornach, donde permanece en la actualidad.

En 2005, se convirtió en la Cité du Train, con una renovación completa que incorporó exposiciones interactivas y una amplia colección de material ferroviario para mejorar la experiencia del visitante. Su vocación es preservar y presentar los tesoros históricos de la red ferroviaria francesa.

Una colección excepcional

La Cité du Train alberga una de las mayores y más variadas colecciones del mundo, con más de 100 locomotoras y 200 vehículos rodantes expuestos en una superficie de casi 60.000 m². La colección incluye locomotoras de vapor, trenes diésel y trenes eléctricos, así como vagones de lujo, automotores e incluso vagones presidenciales. Es un viaje en el tiempo, que muestra el desarrollo técnico e industrial del transporte ferroviario francés desde 1844.

Diferentes áreas

El museo está dividido en varias secciones para ofrecer a los visitantes una experiencia de inmersión completa y educativa:

• El recorrido del espectáculo presenta trenes de diferentes épocas y con diferentes temas, permitiéndote subir a bordo de algunos de los trenes, admirar reconstrucciones realizadas en el interior de los vagones y ver cortometrajes que muestran los trenes en su época de uso. El espacio es muy bonito y enseguida te sumerges en las distintas atmósferas descritas. Esta fue mi parte favorita.

• Les Quais de l’Histoire : Se trata de un recorrido cronológico por las principales etapas de la historia de los ferrocarriles franceses, desde 1844 hasta nuestros días. Los entusiastas pueden fijarse en todos los detalles técnicos, mientras que los visitantes de a pie (como yo) pueden limitarse a admirar los trenes y descubrir su evolución. Hay paneles explicativos y cortometrajes para ayudar a los visitantes a entender lo que ocurre, lo que resulta muy útil y hace que la visita sea realmente interesante.

• El Panorama Ferroviario: fuera del museo, hay varias vías en las que se exponen trenes a tamaño real. Se trata de una zona dinámica en la que se pueden organizar demostraciones, sobre todo de locomotoras de vapor en funcionamiento. Los visitantes también pueden subir a bordo de algunos trenes para verlos por dentro.

¡Mucha diversión y eventos!

La oferta de actividades de la Ciudad del Tren es muy variada: puedes dar una vuelta por el museo en un tren en miniatura tirado por una pequeña locomotora de vapor (¡digo “en” porque vas sentado a horcajadas!), admirar la puesta en marcha de una locomotora de vapor o contemplar cómo cobra vida la enorme maqueta de tren del museo (tómate tu tiempo para observarla, ¡hay detalles muy divertidos escondidos en esta maqueta!) Algunos días, ¡incluso puedes probar a conducir un tren!

También puedes participar en un juego de escape, disponible todos los días previa reserva.

Por último, la Ciudad del Tren organiza regularmente exposiciones temporales sobre temas específicos, así como una gran variedad de actos culturales y de ocio. ¡No dudes en consultar la agenda!