Paseo por la cascada de Soultzbach

Mi opinión resumida

Ascenso a la cascada de Soultzbach

Aparca en el pueblo y toma la calle de Molsheim para seguir las señales del disco rojo. Pronto llegarás a la carretera forestal de Kappelbronn. La carretera es ancha y llana, con un arroyo a tu derecha. Aproximadamente un kilómetro después, en un cruce con una estatua de la Virgen María, gira a la izquierda. La cascada de Soultzbach no está lejos.

Dependiendo de la estación, el agua será más o menos abundante. Mala suerte para nosotros: en pleno verano, la cascada no fluía mucho. Pero aún había agua de sobra para remojarnos los pies y, para los más valientes, disfrutar de una ducha de hielo natural.

Un pequeño sendero serpenteante con escalones hechos de troncos de madera (marcadores rectangulares amarillos) conduce hasta la cima de la cascada, donde hay otra piscina natural. La vista es preciosa, pero ten cuidado, ¡las piedras mojadas son resbaladizas!

Un picnic en la cima de Rosinelfels

Una vez que hayas descansado, vuelve a bajar a la cascada por el mismo camino y vuelve sobre tus pasos unos metros para tomar el camino de la derecha (marcado con un disco rojo).

Pasarás por algunos senderos empinados antes de incorporarte a un camino más ancho bordeado de zarzamoras y luego caminarás por una plantación de abetos Douglas, que son árboles muy altos y rectos originarios de Norteamérica. Finalmente llegas a la cima de Rosinelfels, reconocible por su gran mesa de picnic de madera. Pero te aconsejo que continúes un poco más y rodees la cima por la izquierda. El picnic no será tan cómodo, pero un hueco entre los árboles te ofrecerá una magnífica vista de los Vosgos.

Descenso por Urmatt

Luego toca descender, admirando las hermosas rocas que bordean la ruta. El camino de vuelta es rápido. Pronto llegarás a otra parte de la carretera forestal de Kappelbronn, siguiendo aún los discos rojos, y luego al pueblo de Urmatt. Este tercer tramo es menos bonito, pero igual de fácil de completar que el resto del recorrido.

Otras ideas en la zona

Una vez terminada la excursión, no dudes en prolongar tu jornada en el valle. Podrías, por ejemplo, hacer senderismo por la roca de Pfaffenlapp, visitar el taller de mermeladas de Climont o darte un capricho en el hermoso balneario de Cheneaudière.