Visita al Castillo de Hohlandsbourg en Wintzenheim

Mi opinión resumida

¡Un castillo merecido!

Para llegar hasta allí, ¡tienes que ganártelo! La carretera sube desde Husseren-Les-Châteaux por el sur y desde Wintzenheim por el norte, a través del bosque de los Vosgos. Hay varios aparcamientos, y el más cercano está a unos diez minutos. ¡Es un poco cuesta arriba! Pero en general, cuando visitas un castillo, necesitas buen calzado, ¿no?

Historia del castillo de Hohlandsbourg

Construido en 1279 por Siegfried de Gundolsheim, preboste de Colmar a instancias de los Habsburgo, el castillo de Hohlandsbourg tuvo varios propietarios y sufrió varias ampliaciones antes de ser desmantelado al final de la Guerra de los Treinta Años (1648, ¡no es ayer!).

Desde entonces, las ruinas del castillo se habían dejado como estaban hasta que fueron compradas por el Conseil Général du Haut-Rhin en 1985. Siguieron años de trabajo para reconstruir algunas partes del castillo, utilizando principalmente materiales encontrados in situ, con la ayuda de documentos históricos. También se realizaron excavaciones arqueológicas antes de su reapertura al público en 2013.

¿Qué puedes visitar en el Castillo de Hohlandsbourg?

El castillo de Hohlandsbourg consta de varias zonas, pero no puedes visitar ninguna de las antiguas zonas habitadas, como ocurre en muchos castillos. En la actualidad, hay un escenario con un gran patio donde se celebran los principales actos estivales a partir de junio.

Hay una zona de museo en la antigua vivienda y la cocina, que se han reformado con una decoración moderna que combina perfectamente con la antigua cantería.

También está el gran recinto, que puedes recorrer gracias a la pasarela cubierta. ¡Ofrece una magnífica vista de 360°!

Debes prever 2 horas para la visita, excluyendo las actividades y la comida. Cabe señalar que nos cruzamos con grupos de niños que celebraban cumpleaños. El castillo también organiza bodas y era día de degustación en la brasserie. Por lo tanto, ese día disfrutamos de un menú “excepcional”, pero no pudimos probar el menú habitual.

¡Probamos la visita guiada familiar!

Hicimos una visita guiada por nuestra cuenta, y hay una ruta sugerida en el folleto que nos dieron a la entrada. Pero tuvimos la oportunidad de unirnos a una visita guiada. Hay visitas guiadas cada hora y cuarto. Cuando llegamos a la recepción, la guía se ofreció amablemente a hacernos una visita sólo para nosotros si no estaba ocupada con otros visitantes. ¡Y es muy adaptable!

Naturalmente, los niños son los reyes del castillo. Nos cuenta algunas anécdotas e historias como los rastros de “llamas” en una pared atribuidos a un dragón…

Para saber más, visita elmuseo de Hohlandsbourg. Aquí encontrarás una exposición temporal que cambia cada año, así como una exposición permanente. Esta última cuenta la historia de la vida cotidiana en el castillo: puedes ver los uniformes que llevaban los caballeros y los alabarderos, lo que comía la gente durante la Edad Media y el Renacimiento, cómo calentaban sus casas, las armas que utilizaban… y todo ello con objetos encontrados in situ durante las excavaciones. Y luego está la restauración del castillo de 1985 a 2000 y las excavaciones arqueológicas realizadas entre 2008 y 2013.