8 lugares y paseos insólitos en Mulhouse

1. El Quai des Pêcheurs: ¡el arte callejero tiene su lugar de expresión!

Esta visita la recomiendan Nathalie y Marie-Eve del blog My Mulhouse – Cuando llegas aquí por primera vez, no sabes muy bien dónde estás. Estás fuera del bullicio del bulevar principal, y en un callejón sin salida… a un lado el “muro de los grafitis”, al otro el canal Ill. Eso es lo insólito de este lugar: puedes venir aquí a disfrutar del agua corriendo por la ladera, de los árboles, del canto de los pájaros… o de los graffitis que decoran el muro. 🙂

El Quai des Pêcheurs está especialmente animado durante la Jam Session del Festival BOZAR, en primavera, cuando se invita a grafiteros de renombre a redecorar todo el muro. ¡Merece la pena visitarlo!

Mulhouse también tiene otros lugares, como la M.U.R., donde los artistas pueden expresar su talento y hacer llegar su mensaje. ¡Pero éste es el más largo!

2. El mercado de Mulhouse, ¡una visita obligada!

Martes, jueves y (sobre todo) sábado durante todo el día, visita el mercado de Mulhouse, ¡el más grande del este de Francia y uno de los mayores del país! Te darás cuenta cuando lo visites: es impresionante. Encontrarás casi todos los sabores del mundo, así como pequeños productores de miel, pan y queso de cabra los sábados por la mañana.

Un mercado enorme

El mercado del Canal Couvert de Mulhouse está dividido en 3 secciones: la sala cubierta del mercado alberga productos como carne, pescado, queso, pan, té y café; las frutas y verduras se encuentran fuera de la sala del mercado; y la sección dedicada al textil y los accesorios está junto a la sala cubierta del mercado.

Es bueno saberlo: los puestos de frutas y verduras de los productores locales están en el lado derecho del mercado (con la sala del mercado a tu espalda). Si no, ¿qué sentido tiene ir al mercado? Algunos puestos no son mejores que los supermercados, así que ten cuidado…

Para comer algo

El mercado de Mulhouse también ofrece una serie de merenderos, para que los visitantes no sólo puedan hacer sus compras, sino también comer algo en el mercado. Me encanta este tipo de ambiente, tan acogedor como pueda desearse y muy representativo de un mercado a la francesa y del carácter cosmopolita de Mulhouse. Y no olvides el restaurante Marché, en la primera planta del mercado, que sirve deliciosa y abundante comida casera… una parada gourmet después de tus compras :-).

3. Le Belvédère y sus alrededores: ¡toma el cielo en Mulhouse!

Esta visita está recomendada por Nathalie y Marie-Eve del blog My Mulhouse – Situado muy cerca del Parque Zoológico y Botánico de Mulhouse (que también merece una visita, por supuesto 🙂 ), el Mirador de Mulhouse es una estructura metálica que ofrece una vista panorámica única de Mulhouse y sus alrededores. Tiene unos veinte metros de altura y puedes subir a la cima (siempre que no tengas miedo a las alturas…) para alcanzar una altitud de 330 m.

Tras esta breve subida, continúa con una visita al Monumento a los Antiguos Alumnos de Tambow, justo al lado del Belvedere, para admirar su espectacular estatua. Más adelante, pero aún accesible a pie, descubre un trozo de la historia de Mulhouse con los jardines de la Société d’Hygiène Naturelle, creada hace más de un siglo por los patronos industriales para “ofrecer una actividad a la población trabajadora”.

4. Graffitipolis en Mulhouse – ¡Arte callejero en abundancia!

Esta visita está recomendada por Charlotte – Probablemente conozcas el cine Kinépolis de Mulhouse, y si alguna vez has ido a ver una película, es probable que hayas aparcado en su aparcamiento de varias plantas. Entonces no había mucho que ver allí, pero ahora, con película o sin ella, TIENES que ir: este enorme aparcamiento se ha convertido en Graffitipolis, y los miles de metros cuadrados de paredes han adquirido magníficos colores bajo las bombas, pinceles y plantillas de unos sesenta artistas.

Un proyecto de arte urbano

Este magnífico proyecto de arte urbano cobró vida gracias a varios socios: la Kinépolis, el MUR Mulhouse (un muro en la rue de la Moselle que se adorna con nuevos dibujos y colores cada mes), el MUR Colmar y la galería de arte urbano de Orlinda Lavergne en Mulhouse.

Tanto si te gusta el arte callejero como si no, creo que es una visita obligada: puedes admirar diferentes técnicas, frescos, letras e incluso obras en “3D”… No diré más, es una visita obligada. Si tienes hijos, también les encantará. Solo, en pareja, en familia o con amigos, ¡tendrás unas fotos magníficas que hacer!

Numerosos frescos de arte callejero

Personalmente, lo que más me gustó fueron los frescos. Animales, personajes famosos -reales o ficticios-, dibujos estilo manga, escenas futuristas, hay para todos los gustos. También se han pintado varias plantillas en las columnas del aparcamiento. Es una forma estupenda de descubrir un Mulhouse diferente, cuyas calles ya están muy decoradas por el arte callejero. De hecho, te recomiendo una visita a la Oficina de Turismo sobre este tema, que tuve la suerte de hacer hace unos años, y me encantó. Aprovecho la ocasión para dar las gracias a Clémence y Bénédicte, que esta vez fueron mis guías en Graffitipolis😉

Entrada gratuita

Es genial, muy original y de libre acceso (sólo tienes que estar atento a los horarios de apertura del aparcamiento). ¡Creo que es una visita obligada en Mulhouse! Otra buena razón para venir, e incluso para volver, ya que los artistas vienen regularmente a pintar las paredes aún desnudas. La promesa de más obras geniales en Graffitipolis ¡!

5. Guinguette d’Illfurth – Paseo en bici y tarta de ruibarbo

La Guinguette d’Illfurth, cerca de Mulhouse, es un lugar que descubrí hace unos años y del que me enamoré inmediatamente. Tengo que decir que es un lugar encantador: una guinguette bellamente decorada a orillas del Canal Ródano-Rin, eso es una buena base, ¿no?

Un pequeño restaurante accesible en bicicleta

Aunque puedas llegar en coche, una de las grandes ventajas de la Guinguette d’Illfurth es que es fácilmente accesible en bicicleta desde Mulhouse. Son 10 kilómetros o 30 minutos en bicicleta desde la estación de Mulhouse. La ruta, que sigue el canal Ródano-Rin por un carril bici, es muy fácil y agradable. Es un bonito paseo (¡no hay nada como pedalear junto al agua!) con un bonito final. También facilita el regreso desde la guinguette, incluso si ya es de noche cuando decides reemprender la marcha: disponer de un auténtico carril bici en lugar de una carretera es una gran ventaja, más aún de noche en mi opinión.

La Guinguette d’Illfurth está bellamente decorada al estilo brocante, con muchos objetos diferentes para contemplar. Es un verdadero éxito. Una vez que pasas la entrada, de repente tienes la sensación de estar en otro lugar, lo cual es realmente agradable.

En el menú, tartas para morirse (pero no sólo…)

Puedes parar sólo para tomar una copa, pero te recomiendo de verdad que pruebes una porción de tarta de ruibarbo y merengue si está disponible cuando llegues (normalmente a última hora de la tarde, pero puede ser más tarde según el calor que haga). Es la especialidad de Roselyne, la propietaria del local con su hijo Julien, que la prepara al momento todos los días… ¡Y está delicioso!

Por la noche, la Guinguette d’Illfurth también sirve tartas flambeadas y ensaladas. No olvides reservar para las noches, ya que los lugareños adoran el lugar y la guinguette suele estar al completo.

6. Visita Motoco, un centro creativo clave en Mulhouse

Motoco es un nombre extraño para un lugar inusual de Mulhouse. En realidad significa“Más por venir” y se refiere a una asociación situada en uno de los edificios de la antigua fábrica DMC de Mulhouse.

Lugar de trabajo y eventos

De hecho, Motoco es a la vez un lugar de trabajo para los 140 artistas que residen allí y un lugar para celebrar eventos, para quien desee alquilar la enorme sala de la planta baja. Hay que decir que este local de ladrillo tiene un encanto especial.

Motoco es, por tanto, un lugar de trabajo, pero también puede visitarse para asistir a jornadas de puertas abiertas, actos o talleres organizados por los artistas de Motoco.

Un lugar creativo cargado de historia

Merece la pena visitarlo: no es sólo un espacio de coworking, sino un lugar cargado de historia (DMC era una enorme fábrica textil de Mulhouse, por lo que su desierto industrial es sumamente impresionante) donde reina una increíble atmósfera creativa. Puedes pasar de un estudio de grabación ultramoderno a un enorme estudio de pintura, una exposición fotográfica, un taller de cerámica, textiles y muebles, o incluso un espacio donde se está rodando un cortometraje… ¡Fascinante!

También puedes subir al tejado del edificio para contemplar la inmensidad del erial industrial que dejó la fábrica DMC, que aún existe pero ahora ocupa un espacio muy reducido. No hay duda, Motoco es realmente una visita obligada en Mulhouse si aún no has tenido la oportunidad.

7. Jardín Japonés Sekitei – Escápate a Mulhouse

Visita recomendada por Léa y Vivine – El jardín tradicional japonés Sekitei fue creado en Mulhouse por Éric, un entusiasta que ha dedicado 15 años a desarrollarlo.

Ofrece visitas guiadas de hora y media para descubrir el simbolismo de todos los elementos del jardín, como la disposición de las piedras, los motivos del “jardín seco”, el tsukubai, los faroles y la orientación del estanque. ¡La belleza del jardín, su tranquilidad y la pasión de Éric son impresionantes!

8. Paseo en barco eléctrico por el canal Ródano-Rin

¿Buscas una actividad divertida para hacer con la familia o los amigos en Mulhouse en verano? Te sugiero que pruebes el paseo en barco eléctrico que ofrece Alsace Plaisance.

Este viaje de una hora te permite descubrir el Canal Ródano-Rin a un ritmo tranquilo. Los barcos son cómodos y fáciles de manejar, aunque no tengas carné de conducir. Por el camino, te cruzarás con barcazas, puentes y edificios, mientras disfrutas de la paz y la tranquilidad de la campiña circundante.